jueves, 25 de septiembre de 2008

Caducidad Materna

No es que me falten motivos de preocupación. No me he quedado sin el recurso del asombro.
La vida, difícilmente nos dá una tregua para tomar un descanso, porque la mente se ocupa en no dejar que olvidemos lo que no está bien...
El amor entre las parejas y el afecto entre los amigos, son sentimientos profundos y arraigados, que por lo mismo, dejan heridas en el caso que el vínculo se rompa...pero...el amor por los hijos, ¿cuándo caduca? ¿cuándo pasa a ser secundario? ¿de verdad es incondicional? ¿es recíproco?
En estas semanas en que transito una y otra vez problemas añejos con mis hijos, cuando me traicionan las lágrimas y se terminan los argumentos, hay una frase que siempre me lanzan a la cara: "Ya no tengo 15 años!" ¿Qué quieren decir con eso? ¿Acaso nunca supe que a esa edad, terminaba mi labor y cuánto hice por ellos, sólo fué bordar en el vacío?
Personalmente me hubiera encantado que eso fuera posible; porque es precisamente a esa edad, cuando más estupideces cometen, y más peligros corren; en el caso de los varones, las estadísticas lo demuestran y los avances científicos hasta han comprobado que físicamente son incapaces de ver las consecuencias de sus actos, pues han detectado el preciso lugar del cerebro humano que alberga esa función, y no es sino hasta pasados los 21 años, en donde en algunos casos termina el desarrollo frontal, de las neuronas de aquellos que hayan llevado una vida saludable, que es el menos probable de los casos...A esa edad prueban de todo; fuman, toman, se intoxican y juegan a la ruleta rusa del sexo sin protección! Ah! pero les molesta que una opine, se preocupe, ó trate de que entiendan las razones del argumento en contra hasta de las modas, asunto que les ocupa el tiempo restante.
La etapa de la niñez, preadolescencia y la adolescencia están caracterizadas por la alta vulnerabilidad en que se encuentra el ser humano. El aprendizaje de vida y los valores son puestos a prueba minuto a minuto..
Se les desarrolla una necesidad de pertenencia social y por la conformación de su identidad. Necesitan sentirse parte de un grupo, y no solamente sentirse parte, sino también ser aceptados.
Los míos, hasta impusieron modas! Los dejé vestirse con cuanta facha les antojó! En algunos casos, hasta fué divertido ir viendo la evolución de uno y otro.
Una amiga, experta en este tema, me decía que confiara en lo que les había inculcado, pues tarde ó temprano regresaría a formar parte de su vida... No podía tener una actitud pasiva, mientras eso sucedía, había que instruirlos en tanto.
Si buscamos sinónimos de la palabra instruir podríamos aplicarlos de la siguiente manera: "enseñar, educar, formar, perfeccionar, aleccionar, adiestrar"… esta es nuestra responsabilidad como padres!
En algunas cosas, resultó cierta la teoría; imitan mi modo de celebrar los cumpleaños y las festividades, los viajes que hicimos y en cierta forma, el tipo de escuela para sus hijos, pero hay otras en que no me reconozco y nunca supe de dónde llegaron para quedarse.
Mi afán de encontrar culpa en sus conductas, a mis ojos, equivocadas, es el ancla que no me ha permitido levantar mi propio vuelo.
Es lo que ocupa mi tiempo y mis pensamientos.
A estas alturas, yá tienen ex-novias, ó ex-esposas; ex-socios y ex-jefes!
Por más que hagan jamás voy a ser su ex-mamá!
Simplemente, los voy a querer...aunque no quieran!
Y eso, no tiene caducidad!

Samantha

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