lunes, 24 de noviembre de 2008

Fragmentos...

Toda persona debe tener un lote especial en el cementerio donde enterrar las faltas de los hijos!
Existen abismos enormes entre la generaciòn de mis padres y la mìa, y desde la mìa a la de mis hijos, yà por no mencionar los que les esperan a mis nietos!
El otro dìa una persona de mi familia, se quejaba de que era muy difìcil entender las preocupaciones de otra persona, porque al menos ella, estaba absorta en las propias.
Para mì fuè pràcticamente una bofetada, al menos una pedradota!
Porque mi tema de conversaciòn puede iniciar con el color de pintura que elegì para las paredes de mi casa y cuando vengo a ver, estoy enmedio de una acalorada discusiòn por una de tantas conductas polèmicas de alguno de mis hijos.
De hecho, uno de ellos me echò a la cara que èl no podìa meterse a mi mente para saber lo que yo estaba sintièndo, entonces, ¿por què yo sì me doy la oportunidad de pensar còmo se siente èl?
¿Es acaso otra de esas verdades a medias con las que me criè? Siempre he creìdo en la intuiciòn femenina y en que se acrecenta en cuanto se trata de los hijos.
Yo sì era capaz de tener un presentimiento a la distancia cuando alguno de ellos se golpeba, ò se iba a enfermar, y cuando volvìan a casa y les preguntaba què pasò, ellos, con los ojos desorbitados querìan que les explicara còmo lo supe...no lo sabìa, lo intuìa!
Cuando era chica no existìa el concepto de autoestima. Posiblemente, los que eran padres en ese entonces sabìan que su deber era hacer de sus hijos personas de bien, el modo de lograrlo justificaba cualquier sistema correccional por arcaico, cruel ò desmesurado que ahora parezca, y sin embargo el respeto hacia nuestros mayores, no sòlo familiares, sino tambièn maestros, era infranqueable, y el lema era simple: "Porque lo digo yo!"
Què lejos quedaron esos tiempos! Los jòvenes de hoy estàn envueltos en conductas altamente groseras y no muestran respeto por nada ni por nadie en su gran mayorìa!
Y los que acaso aùn conservan el barniz de los valores que suelen ser importantes para las generaciones pasadas, deben reprimirse para ser aceptados dentro de su cìrculo de amistades ò conocidos. Tal vez por eso han perdido la capacidad de asombro, la ilusiòn y la tolerancia a la frustraciòn...Dicen que fuè nuestra culpa...
Dicen que los sistemas familiares rígidos propician la baja autoestima. Padres y madres sobreexigentes, que quizás no les digan palabras duras a sus hijos, pero que los hagan sufrir el fracaso.
Por otra parte, habìan también quienes con indiferencia condenaban a sus hijos al conformismo, los acostumbraban a la falta de logros. Ahora que son adultos, se preguntan por qué ellos nunca lograron conseguir sus metas.
Sè que hay en mì una tendencia a quejarme, olvidándome de todas las bendiciones y bondades recibidas, pero no logro desprenderme de las acciones tomadas por mis hijos adultos, con la sensaciòn de que no supe guiarlos. Si un padre amoroso jamás lleva a sus hijos por caminos que no tienen propósito, de què sirve quejarme y murmurar!
Tal vez, sea la forma que encuentro para recolectar los pedazos en los que queda roto mi corazòn cada vez que los veo tomar desiciones que nada tienen que ver con mis principios, valores ò expectativas. Unir trocitos una y otra vez,con la perseverancia que debe incubarse dentro nuestro al gestar a los hijos.
Creo que el amor hace que las piezas rotas tengan su propia belleza, como las obras de arte guardadas celosamente en los museos y que al paso de los años han ido rompièndose, gastàndose, incluso perdido parte de ellas y no por eso pierden su valor, creo que lo acrecentan!Es extremadamente raro encontrar objetos antigüos que no estén rotos. En realidad, algunas de las piezas más preciadas del mundo son sólo fragmentos que permanecen como un sagrado recuerdo de un glorioso pasado...
Asì debe ser el corazòn de quienes tenemos hijos...A màs roto, màs valioso porque ha vivido experiencias que lo enriquecen, y dejan su huella en ellos!
Rompièndose para embellecerse! Es posible mejorar a causa del quebranto...
Es posible que sus cicatrices sean estrellas...
Basta voltear al cielo de noche para ver el legado de cuàntos seres han querido a sus hijos!

Samantha

domingo, 2 de noviembre de 2008

Poderoso Caballero es "Don Alcohol"!

Desde siempre, durante mi niñez, podrìa haber habido de todo: carencias econòmicas y afectivas; caras largas que de alguna manera yo atribuìa a mi poca agraciada figura; hostilidades entre familiares; incluso las festividades eran cosa de sufrir, siempre por la falta de dinero, pero, por increìble que parezca, nunca hubo alcohol involucrado en ninguna etapa de mi vida con mis padres. Por tanto, para mì, eso era algo inexistente, si acaso en las novelas ò en las pelìculas que veìan las criadas, de aquellos charros que asì lloraban su dolor por la pèrdida amorosa, los humos embriagantes del alcohol, me parecìan actuaciones exageradas y hasta còmicas, pero igual, inexistentes.
Fuè yà bastante tarde cuando descubrì que el alcohol y sus efectos, no sòlo eran reales, sino que habìan llegado a invadir mi privacidad, tan cobardemente agazapados por etiquetas de "fiesta", y me tocò ver cuàn terrible y dañino suele ser un dìa cualquiera, cuando el Poderoso Caballero, "Don Alcohol", entra por nuestra puerta, como huèsped incòmodo, y que una vez que llega, la lucha para erradicarlo, y vencerlo, es a muerte!
La muerte puede ser social, econòmica, laboral, de salud fìsica y mental, pero la peor de todas, es la muerte afectiva...
Se entromete, sigiloso como fantasma, se torna poderoso cual Demonio del Averno!
Es entonces cuando la felicidad, sale presurosa del hogar!
Para cada persona, puede tener un diferente significado, ser feliz!
La felicidad para algunos hombres es acumular riqueza, obtener un buen empleo, que sus deseos se cumplan, ò ganarse un nombre y fama.
Para ciertas mujeres, serìa el ser bella a toda costa, encontrar entonces quien las compre en propiedad y cual vil trofeo, las saque a relucir socialmente, llenàndolas de lujos externos.
La autoestima en estas personas tiene su diferencia: para esos hombres, el atractivo físico pierde gradualmente su valor al comienzo de la edad adulta, cediéndole el primer lugar al poder.
Para esas mujeres, la belleza retiene su posición de número uno durante toda la vida, incluso en la edad madura, y más allá de ella, rayàndo en el ridìculo!
Socialmente, asì somos calificados!
Y lo màs curioso, es que el mundo actual, se ha encargado de relacionar todo esto con el consumo de alcohol. Los abstemios estamos de sobra y les agüamos la fiesta.
Tomar es sinònimo de estatus social, y no creo que puedan concebir ningùn tipo de celebraciòn sin embriagarse; ese el el fin, no importan las consecuencias, y asì es como de a poco, se han ido perdiendo los valores, el pudor, la clase y el estilo.
No he visto a nadie que estando borracho, sea digno de respeto. Entran en un estado deplorable y repulsivo. Y, lo peor, abren la puerta al lado oscuro que todos llevamos dentro...
Hay quienes pretextan que toman para olvidar...otros yà olvidaron por què lo hacen... Y al despertar, la cruda realidad es aùn peor de como la dejaron en la farra anterior!
¿Hasta cuàndo dejarà de ser un deporte extremo para la sociedad, intoxicarse al grado de permitir que toda clase de bajezas ocurran?
Se insultan, se agreden, se destruyen, pero lo peor, es que en su cauda arrasan con quienes menos la deben, los niños!
Y todo por buscar la falsa felicidad! La del momento efìmero de gracia y diversiòn malsana!
El gozo que uno obtiene de los placeres externos es temporal.
"Felicidad" es un estado mental. Uno deberìa estar feliz cuando nuestros parientes ò amigos alcanzan un èxito. Pero actualmente, una persona pudiera no sentirse feliz cuando alguien más lo es...
"La gente grande, es aquella que es feliz cuando los demás lo son!"
Hoy, vemos mucho de lo contrario: una búsqueda incesante de la felicidad propia, aún a costa de la infelicidad y tragedia de los que nos rodean. La gratificaciòn instantànea a cualquier precio! La comodidad y falta de compromiso como estilo de vida!
Así vemos còmo los que tienen, abusan de los que no tienen, los que saben de los que no saben, y los que contactan gente importante de los que no lo consiguen...
Y,obviamente, escudados en "Don Alcohol"!
Sin embargo, sólo aquellos que están contentos con su vida y se sienten felices cuando otros lo son tambièn, realmente han comprendido en qué consiste la verdadera felicidad, pero,
por desgracia, son los menos...
Hagamos un alto y decidamos cambiar!
Si queremos ser genuinamente felices, necesitamos ayudar a los demás a serlo también!
Pero mientras el enemigo a vencer sea la adicciòn por beber, la pelea no serà justa ni fàcil; mucho menos cuando al hacerlo, aberrantemente, alzen la copa y digan: "Salud!"

Samantha